Es curioso ver cómo a veces, bajo el concepto de lo acabado, de lo que debe ser un trabajo en mayúsculas, la presión, o simplemente la misma definición del término, puede hacer que giremos hacia la dirección equivocada, y lo que se fijaba como propósito se tornase molestia, incluso error.
Durante estos últimos días, en los que me he permitido ir repasando los trabajos que hasta este momento he realizado para ir completando esta página web que me he propuesto publicar, me doy cuenta de que no siempre las "obras terminadas" son de las que me siento más satisfecha. Paradójicamente, suelen ser ciertos trabajos inacabados, o apuntes rápidos sin mayor trascendencia que un trabajo de sesión de una clase, en los que encuentro que más vibra la propia técnica. Abandonando todo posible discurso, todo respaldo metodológico más allá del mero ejercicio de pintar, de seguir los consejos del profesor en la aplicación de la pintura y la propia intuición como aprendiz, fluye, sin ningún propósito de mayor trasfondo. Y eso, al mismo tiempo, es lo que la hace más grandiosa. No es la primera vez que, al reencontrarme con trabajos apartados ya de mi mente por el transcurso imparable del tiempo, y por el tener que hacer nuevos y nuevos trabajos, sin tregua posible, me doy cuenta de ello. Pero hoy por hoy, y en parte gracias a la interiorización de los consejos que a lo largo de la carrera mis más sabios profesores me han ido dando, creo que sé por qué me pasa esto. Desde niña, siempre me consideré una persona de humanidades; no de arte, o de literatura, sino de una especie de compendio entre todo ello, que me hace necesitar dibujar a veces, otras pintar, algunas escribir, leer. Desde que entré en la carrera, aparté la escritura de mis ocupaciones, y he ido, sin darme cuenta, colándola en la ejecución de las obras, volviéndose a veces más obstáculo que respaldo para los trabajos artísticos, pues no me dejaba la libertad de creación que pudiese necesitar en lo práctico. Debo aprender a llevar en paralelo todas mis inquietudes sin que unas opriman a otras. Esta es la razón de este blog, dejar salir ciertas reflexiones que se amontonan en mi mente del modo en el que deben hacerlo: mediante palabras.
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Así pues, me parece apropiado empezar a escribir en este apartado sobre lo que me ha llevado hasta aquí, la carrera que acabo de terminar. He decidido escribirlo en valenciano, puesto que al ser mi lengua materna, me gusta hablar de lo personal a través de ella, siento que las palabras toman mayor fuerza emocional, se entremezclan con mis más sinceras raíces. Ahí lo dejo:
Els dies, les experiències, les classes, els companys, els professors, les il·lusions, els esforços, les ganes... s'han anat succeïnt, aumentant, canviant, i com no, han anat nutrint-me com a persona, durant aquestos intensos i massa ràpids quatre anys. A tot el qui em va dir "no estudies eixa carrera, tu vals per algo més", li he de dir que Belles Arts és molt més que una carrera on "t'ensenyen a pintar i dibuixar" (cosa que, com a tal, és també molt difícil, i per a la que quatre anys es queden ben curts). Son quatre anys en els que, si hi han menys examens que a altres, hi han molts més treballs, que necessiten de nits vetllades, i per als quals és necessari estudiar teoria, nutrir-se visualment, i practicar, practicar molt. La subjectivitat a la que duu desenvolupar treballs relacionats en l'art, en els que l'alumne ha d'aportar algo en que, tot i que filtre dels coneixements adquirits, ha d'aportar algo propi, creat per u mateix, necessita d'una implicació emocional que poques carreres coneixen. No és prou saber fórmules per dibuixar més ràpid, memoritzar quantes capes d'imprimació necessita un llenç de determinat tipus o saber com fer ús de qualsevol programa informàtic per dissenyar o animar. Hi ha molt més darrere, matissos que et van cautivant, enamorant, nutrint, i les victòries ensenyen tant com els més dolents dels fracasos. Belles Arts educa a tenir una mirada que, pausada, delicada i oberta, fa molta falta en el temps present, on el culte a lo ràpid i lo útil fa oblidar massa coses importants. Gràcies, Belles Arts. I a tots els que m'haveu acompanyat durant aquest viatge. No pense oblidar-ho. |
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Mayo 2020
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